40 años,14.600 días y un montón de horas,podría decirse que es toda una vida, sin embargo, no es más que el comienzo de otra Era.
Miro hacia atrás y veo a una niña que pensaba que jamás llegaría este momento, que eso de las arrugas era una broma y lo de engordar una leyenda urbana y aquí me encuentro,de lleno en él.
Para mí no son años de vejez, son años de sabiduría, de ser capaz de saborear el dulce de la fruta madura, sin prisa y sin necesidad de nada. Nada es necesario, muy al contrario, todo es porque quiero, porque lo deseo y lo decido.
Quiero estar aquí y ahora,no anhelo nada.
Quiero lo que tengo y tengo lo que quiero.
Hay situaciones,momentos y circunstancias que te hacen crecer en potencia,valorar y ensanchar el corazón de tal manera,que incluso duele.Pero comprendiendo que es tu realidad, el dolor pasa enseguida y vuelves a probar el sabor de la victoria, del conocimiento, del saber estar o saber querer, cada cual que lo llame como mejor le venga.
En definitiva, hay números que cierran etapas y no siempre tienen que ser finales, pueden ser bellos comienzos,con libertad creadora.
Si he de ser sincera, a veces las arrugas me pesan, sobre todo por tener menos energías, pero es verdad que se gana en sabiduría y serenidad. Un abrazo Maria
ResponderEliminarGracias Pilar.
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