domingo, 30 de octubre de 2016

"Por encima de todo, quiero ver las cosas de otra manera"

Con frecuencia, ante algún acontecimiento que nuestro estómago no digiere, nos volvemos al estadio de la infancia, para preguntarnos ¿Por qué? una y mil veces, hasta cansar a la mismísima luz divina. Necesitamos comprender el mundo que nos rodea ¿ Por qué yo?¿ Por qué a mí? ¿Por qué justo ahora?

Con el paso de los años, he aprendido que el porqué de las cosas no importa,son hechos que YA han pasado y que nosotros, los ciudadanos de a pie, no podemos evitar. Ni queremos, sí sí, he escrito bien, ni queremos.

He aprendido que lo verdaderamente importante es el ¿ Para qué?
¿Para qué he hecho yo esto?¿Para qué me ha pasado esto? ¿ Para qué en este momento de mi vida?

Si entendemos nuestra existencia como un único SER,será fácil comprender el concepto, nadie te hace nada que tú no quieras,nadie decide tu vida por ti,al menos, así lo entiendo en este preciso momento. Prefiero pensar que soy yo, consciente o inconscientemente, quien PERMITO y creo mi realidad según las enseñanzas que tenga que asimilar, y sí, a veces, somos crueles con nosotros mismos, hasta un punto que nos avergüenza reconocerlo y preferimos que el verdugo sea otro, no queremos cargar con la culpa de ser el látigo que nos azota.

Desde mi humilde experiencia , os animo a grabaros a fuego el ¿ Para qué? y llevarlo a vuestro día a día. Cuando creas que una situación no es justa para ti, hazte la pregunta, date una oportunidad.

Por encima de todo, quiero ver las cosas de otra manera.




viernes, 28 de octubre de 2016

" El matrimonio por Kahalil Gibran "

Buenos días lectores, tal días como hoy, hace 15 años, me dirigía al altar con mucha ilusión e inocencia.

Recuerdo cada día las palabras del sacerdote: en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, hasta que la muerte os separe.....en aquel momento me dije para mis adentros, qué señor tan exagerado,pero no se equivocó en nada,yo diría que se quedó corto.

Junto a la maternidad, el matrimonio, creo que ha sido y sigue siendo,unos de los papeles más complicados de realizar en mi vida, la convivencia es una prueba diaria y hay que ser muy humilde para llevarlo bien, algunas veces se consigue y otras se persigue.

Os dejo un texto que me acompaña siempre, me parece de una certeza absoluta. Disfrutad.

“Nacisteis juntos y juntos para siempre.

Estaréis juntos cuando las alas blancas de la muerte esparzan vuestros días.

Sí; estaréis juntos en la memoria silenciosa de Dios.

Pero dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.

Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una atadura.

Que sea, más bien, un mar movible entre las costas de vuestras almas.

Llenaos el uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una sola copa.

Daos el uno al otro de vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo.

Cantad y bailad juntos y estad alegres, pero que cada uno de vosotros sea independiente.

Dad vuestro corazón, pero no para que vuestro compañero lo tenga,

porque sólo la mano de la Vida puede contener los corazones.

Y estad juntos, pero no demasiado juntos,

porque los pilares del templo están aparte.

Y, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble.”


lunes, 24 de octubre de 2016

" Una guerra sin batalla"

No podemos evitar que la vida nos golpee, no podemos evitar sentirnos decepcionado por algo o alguien,pero sí podemos evitar el sufrimiento del recuerdo. Ese dolor no permanece siempre, no es real, permanece en nuestro recuerdo, en nuestra mente y nos juega malas pasadas, haciendo que revivamos una y otra vez aquel momento de dolor, miedo, decepción e incluso hastío.

¿ Si ese dolor ya no está ? ¿ Por qué seguir sufriendo? Se trata de elegir; seguir regocijándote en el dolor o avanzar, crecer y aceptar que ya ha pasado, que ya no existe y que AHORA, no puede hacernos daño.

Un buen día, descubres que la guerra no es siempre un conflicto bélico,te das cuenta de que no hay mayor guerra que la búsqueda de la verdad, del amor, del perdón,no solo del ajeno sino del propio, del que duele,escuece y te encoge el corazón. Perdón a haberte fallado a ti misma, a no haber confiado en tu instinto y haber depositado tus raíces en un lugar ajeno.

Una mañana abres los ojos y descubres que esa vivencia , no fue en vano, que ese dolor no te lleva más que al encuentro de un nuevo YO, un resurgir, cual ave fénix.

Y así, se ganan las guerras sin batalla.