Es fascinante tocar, abrazar y acariciar el cuerpo de una mujer. La belleza no es una cuestión de proporciones, ni de medidas.
No hay belleza más irresistible en una mujer que la feminidad, la dulzura,la elegancia, la valentía, la perseverancia, la constancia, la tenacidad y así un sinfín de características que nada tienen que ver con un canon de belleza impuesto por un mundo de hombres, donde las mujeres no son más que esclavas de la imagen, de la suya propia.
Bienvenidas las mujeres que saben cómo llevar su vida con equilibrio y saben controlar la tendencia adquirida a las culpas. Bienvenidas a las mujeres que deciden sus actos con voluntad propia , sin coacciones.
Algunas líneas en la cara, algunas cicatrices en el vientre, algunas estrías; no desvirtúan la belleza. Son testigos de que hicieron algo con sus vidas, de que vivieron.
El cuerpo de la mujer es el sagrado recinto de la gestación de todos los hombres.
RESPÉTALO
NOTA: Texto adaptado de Paulo Coelho.
http://paulocoelhoblog.com/2016/06/03/el-cuerpo-de-la-mujer/